¿Cuál es el mejor sistema de calefacción?

Esta consulta tan habitual, no puede tener una respuesta generalizada. Entre los distintos sistemas (caldera con circuito de radiadores, suelo radiante, emisores eléctricos, bomba de calor…), debemos optar por el que mejor se adapte a las circunstancias particulares, por lo que debemos  tener en cuenta cuestiones como:

• ¿Es para un piso, una casa unifamiliar, un negocio? ¿Cuál es el volumen que necesitamos calentar?
• ¿Hablamos de proyecto de edificación nuevo o reforma completa de la vivienda? ¿Se trata de añadir el servicio en una vivienda habitada?
• ¿La prioridad es el ahorro en el consumo, o queremos que no sea demasiado cara la instalación?
• ¿Es para uso habitual (residencia familiar), o esporádico (segunda vivienda)?

Con estos datos y alguno más, nos podemos decidir por un sistema en concreto.

Ejemplos:

Piso de 90 m2, en una ciudad, vivienda habitual si calefacción, o con radiadores eléctricos o acumuladores de Tarifa Nocturna, donde no se quiere hacer una gran reforma

En principio, la mejor opción podría ser la instalación de una caldera de condensación a gas natural, con un circuito de radiadores bien dimensionado, con llaves termostáticas en los dormitorios y un cronotermostato para la regulación.

¿Y si se trata de un pequeño apartamento, oficina o estudio?

En este caso se podría optar, por ejemplo, por equipos domésticos de aire acondicionado (una unidad exterior y uno o varios “splits” interiores), por emisores eléctricos de bajo consumo, o por radiadores murales estancos a gas.

Vivienda unifamiliar en zona rural, nueva o con reforma completa